Hay días en que queremos llevar algo fresquito, pero sin embargo no nos apetece ir enseñando piernas y estar pendientes de si se nos ve algo por allí o algo por allá...
Pues rebuscando en el armario de mi madre encontré la solución a mi dilema: esta falda blanca de un tejido súper ligero y fresco, que hace que tenga mucho vuelo.
Así, tiene mucho movimiento al andar y nos permite paliar un poco el calor, mientras vamos guapas y cómodas!
Para la parte superior he escogido esta camisa de seda turquesa con lunaritos blancos que compré en Zara. La he metido por dentro de la falda, y para enmarcar la cintura, he añadido un cinturón alto trenzado en un tono marrón que le iba bien al conjunto y al bolso. Puedes terminar poniéndote manoletinas o sandalias, como prefieras!
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